Hotel pequeño muy bien situado muy cerca del Coliseo, una casa antigua muy bien adaptada, la Suite 207 que nos dieron es un espectaculo de habitacion, de 2 pisos con la habitacion en el piso superior y en la parte inferior un salon muy grande con comedor, salon, escritorio y TV. El personal sumamente atento, la limpieza muy buena, y el desayuno muy bueno y abundante.
Lo unico que tenia la habitacion es que el baño estaba situado en la planta inferior y la habitacion en la superior, aparte de este detalle todo muy bien.
Lo recomiendo ampliamente