Situación: no es muy buena, en un barrio a las afueras sin demasiados alicientes, pero está bien comunicado con el centro de Stuttgart.
Personal: algo desorganizado. No tenian preparadas las camas auxiliares cuando llegamos, nos adjudicaron una habitación inferior a lo que habíamos pagado, aunque cuando se lo hicimos ver nos la cambiaron enseguida, y el hotel tenía algunos fallos de organización: en una de las habitaciones no tenían jabones ni champús, en cada una tenían distintos elementos de cortesía, como si se hubiesen elegido al azar, en una una lima de uñas, en otra el gorro de ducha... Da la impresion de desorden. Calefacción insuficiente, pasamos frío durante la noche, y no existe mini bar. De todos modos, el personal fue muy educado.
Como puntos positivos, las instalaciones, resaltar que es un hotel muy nuevo, moderno y cómodo. Desayuno abundante y variado.
También consideramos a mejorar las indicaciones para llegar, está algo escondido y no hay demasiados letreros informativos.