El hotel es precioso,muy limpio y con una decoración exquisita que marca la diferencia. Sin embargo, la habitación no cumplió del todo con nuestras expectativas. Aunque bonita (el baño es sin duda lo mejor), resultó ser muy ruidosa. Se escuchaba mucho el ruido de la calle, y especialmente del pasillo.
Entendemos que el ruido externo puede ser difícil de controlar (aunque nuestra habitación daba a la calle lateral y no a la plaza), pero el ruido proveniente del interior del hotel podría mejorarse considerablemente. Estuvimos en la primera planta, y entre los sonidos del ascensor, las otras tres habitaciones cercanas y el cuarto de limpieza, el ajetreo era constante, sobre todo por las mañanas. Además, las puertas son bastante pesadas y se cerraban de golpe con frecuencia, lo que amplificaba el ruido.
A pesar de este inconveniente, queremos destacar dos aspectos que realmente elevaron nuestra experiencia: el delicioso desayuno, variado y de excelente calidad, y sobre todo, la amabilidad excepcional de Borislav. Su atención y cuidado hicieron que nuestra semana en el hotel fuera especial. Nos sentimos realmente acogidos gracias a él, y su trato cálido marcó una gran diferencia.